Grecia 2021
Ohana regresó a Grecia con un proyecto que la covid-19 obligó a posponer. Esta vez sólo pudieron ir Miquel y Kira, pero la ilusión era compartida por todo el grupo.
Visitamos Elna Maternity Center, un centro donde conviven refugiados de diferentes nacionalidades (afganeses, congoleños, paquistaníes; vaya, de todas partes) con la ayuda de diferentes ONG españolas. Nosotros fuimos a través de Aire, oenegeno que conocimos y colaboramos hace 5 años, cuando fuimos a campos de refugiados de Grecia en 2016. El centro Elna Maternity nació con el objetivo de dar acogida a mujeres embarazadas y sus familias para ofrecer un espacio adecuado para vivir y huir de las pésimas condiciones de vida de los campos de refugiados.
Estuvimos trabajando 10 días, de 8 a 9 horas diarias, atendiendo a todo el que tenía una necesidad odontológica, como siempre, tratamientos dignos, respetuosos e inclusivos. La gente, aunque al principio nos miraban con cierto recelo, con el paso de los días confiaron mucho en nosotros, y eso lo hizo todo más fácil. Cabe destacar el trabajo de las voluntarias, jóvenes, valientes y entregadas, que son las que se encargan de toda la organización del día a día de esta gente. Los niños, una vez más, aportaron la alegría y sonrisas, como en todos nuestros voluntariados.
Allí, en Atenas, en este mundo aparte de que forman las personas refugiadas, el covid no parecía existir, como si no estuviera en boca de nadie. Tampoco llevaban mascarilla ni existían distancias de seguridad. Nos invitaban a comer a sus pequeñas habitaciones, donde compartíamos con ellos lo poco que tienen, sin miedos, todo amabilidad y altruismo.
Poder estar juntos, comprender sus vivencias y sufrimientos, hacerles ver que no están solos a pesar de todo, que nos importan, fue una experiencia curativa. Para ellos y para nosotros.